miércoles, 27 de marzo de 2013

Cerrazón de Nicodemo.



Nicodemo interpreta la expresión de Jesús meramente en sentido temporal (de nuevo), no local (de arriba). Ante la postura radical de Jesús, Nicodemo objeta; sus preguntas son retóricas y descartan la aserción de Jesús subrayando su imposibilidad (Jn 3,4). 

La primera pregunta plantea una dificultad, para él insuperable: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Califica de utopía la exigencia de Jesús; cada uno es hijo del propio pasado, de una tradición y de una experiencia; sobre ella puede construir y desarrollarse, pero es ilusorio querer empezar de nuevo. Al encerrarse en su pasado profesa un determinismo que niega la acción creadora de Dios; excluye así la posibilidad del cambio radical.

Jesús, por el contrario, afirma la libertad: es posible romper con ese pasado, porque la vida de Dios puede transformar al hombre. 

En la segunda pregunta: ¿Es que puede entrar por segunda vez en el seno de su madre y nacer?, Nicodemo concibe el cambio propuesto por Jesús como resultado del propio esfuerzo: el hombre tendría que desandar su camino para nacer otra vez. Para Jesús, el nuevo nacimiento no es resultado de un esfuerzo humano, sino la realidad que surge al encontrarse el amor de Dios con el amor del hombre.

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