miércoles, 27 de marzo de 2013

La boda de Caná: el cambio de alianza (Jn 2,1-11).



El episodio de la boda de Caná tiene como tema central el cambio de alianza. De hecho, «la alianza» es una formulación metafórica de la relación entre Dios y los hombres, tomada del terreno jurídico. El vínculo nupcial, «la boda», es otra formulación, común en los profetas (cf. Is 49,14-26; 54; 62; Jr 2; Ez 16; Os 2), inspirada en la relación humana de mutuo amor y fidelidad. Una y otra imagen intentan describir de algún modo la relación del hombre con Dios. 

Jesús anuncia el cambio de alianza/boda, es decir, el cambio de relación de los hombres con Dios. La antigua alianza estaba fundada en la Ley dada por Moisés (1,17), se regía por un código externo; en ella, el hombre tenía la condición de siervo o súbdito de Dios. La nueva estará fundada en la infusión de fuerza/vida/amor (el Espíritu/amor, simbolizado por el vino), y no tendrá necesidad de código externo; la condición del hombre respecto a Dios será la de hijo. 

En síntesis: La obra de Jesús va a consistir en dar al hombre una capacidad de amar (el Espíritu) que lo lleve a la plena personalización (semejanza con Dios). Esto creará una nueva relación entre Dios y el hombre, la de sintonía (Padre/ hijo), que infundirá una fuerza de vida que supera la muerte y hará innecesaria toda institución mediadora. 

Tenemos aquí el primer dato para entender el nuevo nacimiento: se trata de nacer a una nueva relación con Dios basada en la comunidad de Espíritu con él; ésta elimina todo temor en la figura de Dios, que pasa a ser experimentado como Padre, es decir, como aquel que por amor comunica al hombre su propia vida y lo hace semejante a él. 

El cambio de relación con Dios, como explicaremos más adelante, conlleva un, cambio de relación del hombre consigo mismo, con los demás y con el mundo en que vive.

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